Este agente está habilitado por la Escuela de Seguridad Pública de Andalucía. Realizó la instrucción de guía especialista en perros detectores con un perro de la Policía Local de Granada, a la que agradecieron su colaboración. Tras esa instrucción, el can volvió al cuerpo policial de la capital pero por el proyecto Evan K9 de socialización de cachorros le ofrecieron a Killa, que llegó así a su casa y a la Policía Local de Maracena.
La presencia de Killa se convierte en un arma de prevención clave ya que combate de manera efectiva la presencia de hasta cuatro tipo de sustancias, las más habituales marihuana, cocaína, hachís y LSD, especialmente en entornos sensibles, centros educativos, parques o lugares de concentración de jóvenes. Precisamente por la inteligencia que el entrenamiento ha desarrollado en Killa, se pretende aprovechar para iniciar una campaña divulgativa que alerte a la población joven de los riesgos de este tipo de sustancias.
Killa utiliza el que llaman ‘marcaje lapa’, se queda inmóvil junto a la sustancia, dejando la “trufa”, su nariz, pegada “como una lapa” al foco de olor que emana de la sustancia que busca ya esté visible o escondida, por ejemplo en un calcetín. Se trata de un método muy eficaz que no causa daños ni en objetos ni personas, pero detecta pequeñas cantidades que quizá pasen desapercibidas en un cacheo.
En los próximos días se examinará del mismo curso otro agente más de la policía local maracenera tras pasar un curso de más de 500 horas lectivas, tanto teóricas como prácticas.
KILLA, PRIMERA AGENTE DE LA UNIDAD CANINA DE LA POLICIA LOCAL DE MARACENA